Guía completa sobre la corrosión y materiales de embalaje industrial anticorrosivos
13/06/2025

Esta entrada de blog ofrece una guía completa sobre los materiales de embalaje industrial utilizados para la protección anticorrosiva. El objetivo es brindar una visión profunda y actualizada de las soluciones disponibles, incorporando las innovaciones más recientes del sector.

La importancia de prevenir la corrosión en la industria

La corrosión es uno de los mayores enemigos de los metales utilizados en entornos industriales. Se trata de un proceso natural que, si no se controla adecuadamente, puede comprometer seriamente la integridad de componentes, estructuras y maquinaria, afectando directamente la productividad y la rentabilidad de las empresas.

En sectores como la automoción, aeronáutica, siderurgia o fabricación de bienes de equipo, los productos metálicos están expuestos a condiciones que aceleran el deterioro: humedad, salinidad, cambios térmicos, contaminación atmosférica o largos periodos de almacenamiento. La consecuencia directa de esta exposición es la pérdida de funcionalidad, valor económico y fiabilidad de los materiales afectados.

Prevenir la corrosión no es simplemente una cuestión estética. Basta un pequeño punto de corrosión para que, con el tiempo, se extienda bajo recubrimientos, afecte uniones o comprometa la precisión dimensional de piezas metálicas. 

La oxidación de una pieza metálica representa riesgos en seguridad provocando fallos estructurales o mecánicos, retrasos logísticos o incluso la devolución de productos por parte de clientes, con el consiguiente impacto en la reputación de la empresa proveedora. Además, los costes económicos asociados a la reposición, retrabajo o reacondicionamiento pueden multiplicar el coste inicial del embalaje si no se ha aplicado una solución adecuada desde el principio.

Impacto económico y operativo de la corrosión en sectores industriales

Estudios del sector estiman que la corrosión tiene un impacto económico global de más del 3% del PIB mundial. En el ámbito industrial, esto se traduce en millones de euros anuales en pérdidas directas e indirectas. La prevención, por tanto, se convierte en una inversión estratégica, no solo para conservar el valor de las piezas, sino para garantizar la continuidad de los procesos productivos, evitar reclamaciones comerciales y asegurar la satisfacción del cliente final.

¿Qué es la corrosión y cómo afecta a los materiales metálicos?

La corrosión es una reacción química o electroquímica entre un material – habitualmente metálico – y su entorno, que provoca su degradación progresiva. Es un proceso natural por el que los metales tienden a volver a su forma original, el mineral del que provienen, para alcanzar un estado más estable.

Por ejemplo:

En algunos casos la capa de óxido puede llegar a proteger parcialmente el metal subyacente (como la alúmina en el aluminio), pero por lo general la corrosión deteriora las propiedades mecánicas y estéticas de los metales, debilitándolos e inutilizándolos para su función prevista.

Este fenómeno supone una amenaza crítica en entornos industriales, ya que compromete la integridad estructural de piezas, componentes y equipos. De ahí la importancia de conocer los distintos mecanismos de corrosión y los factores que los aceleran, para aplicar soluciones de protección eficaces.

corrosion 1

Tipos de corrosión más comunes

Aunque existen muchas formas de corrosión, suelen clasificarse en dos grandes categorías: uniforme y localizada.

También existen formas combinadas, donde la corrosión interactúa con fenómenos físicos:

Oxidación vs. corrosión: ¿es lo mismo?

La oxidación a menudo se confunde con la corrosión, pero no son exactamente lo mismo. En términos técnicos, la oxidación es un tipo de corrosión que ocurre a altas temperaturas, cuando el metal reacciona con gases como oxígeno o azufre. Esto crea una capa de óxido en su superficie, que se conoce como herrumbre. A diferencia de otras formas de corrosión, la oxidación requiere condiciones específicas, por eso es importante distinguir ambos conceptos.

Clasificación de metales en la serie galvánica

La serie galvánica es una clasificación que ordena los metales según su tendencia a corroerse cuando están en contacto con otros metales en presencia de un electrolito como el agua con sales. En esta escala, los metales se agrupan desde los más propensos a corroerse (menos nobles) hasta los más resistentes (más nobles).

Por ejemplo, el magnesio, el zinc o el aluminio se encuentran en la parte baja de la serie, lo que indica que son metales muy reactivos. Por el contrario, el cobre, la plata o el oro están en la parte alta y son mucho más resistentes a la corrosión.

serie galvanica de metales inviker 1

Cuando dos metales de diferente potencial electroquímico se encuentran en contacto directo y hay humedad o un líquido conductor entre ellos, el metal más reactivo (el menos noble) se corroe más rápidamente. Este proceso se conoce como corrosión galvánica, y comprenderlo permite prevenir fallos en sistemas metálicos combinados, como los que se usan en estructuras industriales, automoción o embalajes especiales.

Un ejemplo claro de corrosión galvánica en embalajes industriales es el siguiente:

Cuando una pieza de aluminio se embala con elementos metálicos como grapas de acero o se coloca en contacto con rejillas metálicas dentro del embalaje, puede producirse corrosión galvánica si hay presencia de humedad. El aluminio, al ser menos noble, comienza a corroerse en las zonas de contacto. Esto es especialmente relevante en embalajes para el transporte marítimo o en condiciones de alta humedad.

Factores que aceleran la corrosión

La velocidad y gravedad de la corrosión dependen de varios factores. Entre los más relevantes se encuentran:

En conjunto, estos factores hacen indispensable una estrategia de protección anticorrosiva que deba planificarse cuidadosamente desde el momento del embalaje hasta el destino final del producto.

Métodos de protección anticorrosiva: evolución y comparativa

A lo largo del tiempo, la industria ha adoptado diversas soluciones para proteger los metales frente a la corrosión. Desde recubrimientos básicos hasta tecnologías más avanzadas, la elección del método depende del tipo de metal, su aplicación y el entorno al que estará expuesto.

A continuación, repasamos los principales enfoques, su evolución y sus ventajas e inconvenientes.

Soluciones tradicionales (aceites, grasas, pinturas)

Durante décadas, los sistemas de protección más empleados han sido los recubrimientos físicos, aplicados directamente sobre la superficie metálica para crear una barrera frente a la humedad, el oxígeno y otros agentes corrosivos.

Entre los métodos más representativos destacan:

Estos métodos, aunque aún vigentes en ciertos contextos, presentan limitaciones claras en términos de eficiencia operativa, sostenibilidad y adaptabilidad a los requerimientos actuales del sector industrial. Además, su eficacia depende en gran medida de la correcta aplicación y del estado de la superficie previa al recubrimiento.

Limitaciones de estos métodos en logística moderna

Los recubrimientos con aceites, grasas o pinturas han sido soluciones válidas durante décadas. Pero con la evolución de los procesos industriales y logísticos, los métodos tradicionales presentan importantes limitaciones frente a las necesidades actuales del sector.

En sectores exigentes como automoción, aeroespacial o siderurgia – donde la calidad, eficiencia y la trazabilidad son críticas – estas limitaciones suponen un sobrecoste operativo y un riesgo de no conformidad en envíos internacionales o almacenamientos prolongados e impulsan la adopción de alternativas más modernas.

Soluciones modernas: embalaje con inhibidores de corrosión (VCI)

Los materiales con tecnología VCI (inhibidor volátil de corrosión) representan una evolución significativa en la protección anticorrosiva. Se ha consolidado como una solución más eficaz, limpia y adaptada a la logística industrial.

El uso del VCI en embalaje industrial comenzó a mediados del siglo XX con papeles impregnados de nitritos, y ha evolucionado hacia soluciones más seguras y eficientes, libres de compuestos peligrosos y compatibles con normativas como REACH, RoHS o TRGS 615.

Esta tecnología basada en nitrito de aminas, en particular el nitrito de diciclohexilamina (conocido como “Dichan”), surgió inicialmente en el ámbito militar, donde se buscaban soluciones eficaces para proteger piezas e infraestructuras metálicas.

Otros nitritos comunes en la formulación de inhibidores de corrosión industriales son el nitrito de sodio y el nitrito de calcio. El nitrito sódico es un inhibidor anódico y proporciona una protección eficaz para metales ferrosos, pero puede plantear riesgos. Actualmente, está en desuso en muchos sectores industriales, en favor de alternativas más avanzadas, seguras para la salud de los trabajadores y respetuosas con el medio ambiente.

Por otro lado, las aminas, compuestos derivados del amoníaco, también están presentes en algunas formulaciones de VCI. Sin embargo, están siendo sustituidas debido a su olor intenso, su carácter cáustico y los riesgos que representan de irritación en piel, ojos o vías respiratorias.

Con el tiempo, el uso de la tecnología VCI se extendió a sectores industriales, especialmente en automoción y maquinaria pesada, donde los métodos tradicionales resultaban engorrosos o insuficientes. A medida que las exigencias en trazabilidad, sostenibilidad y eficiencia logística han aumentado, el VCI se ha adaptado e incorporado en nuevos soportes, materiales y formatos de aplicación industrial.

A diferencia de los sistemas físicos (como grasas o aceites), los VCI no requieren contacto directo ni aplicación sobre la pieza, lo que permite proteger zonas de difícil acceso, como cavidades internas o geometrías complejas.

Hoy en día, los inhibidores VCI se integran en diferentes soportes de embalaje activo como fundas y bolsas, láminas y films, espumas técnicas o emisores. Y son aplicables a variedad de materiales, generalmente en papel o plástico.

En sectores con elevados requisitos de calidad y trazabilidad, como la automoción, aeronáutica, defensa o energía, el embalaje anticorrosivo con VCI se ha convertido en una herramienta estratégica de protección, especialmente útil en envíos internacionales, almacenamientos prolongados o condiciones ambientales adversas.

Tecnología VCI: ¿qué es y cómo protege frente a la corrosión?

La tecnología VCI (inhibidor volátil de corrosión, por sus siglas en inglés volatile corrosion inhibitor) ha revolucionado la protección de metales en entornos industriales gracias a su eficacia, limpieza y facilidad de integración en procesos logísticos.

A diferencia de los recubrimientos tradicionales que actúan como barreras físicas, el VCI ofrece una solución química activa y no invasiva que se adapta a piezas de cualquier geometría, incluso en condiciones de humedad y presencia de oxígeno.

inhibidor volatil de corrosion vci inviker
Granza de aditivo VCI de Inviker

Definición y funcionamiento del inhibidor volátil de corrosión

Los inhibidores volátiles de corrosión (VCI) son compuestos químicos diseñados para proteger superficies metálicas mediante un proceso físico-químico activo que tiene lugar en fase gaseosa. Su funcionamiento se basa en la capacidad de estas sustancias para volatilizarse desde un soporte sólido (como un papel, film, espuma o emisor) y difundirse por el interior de un espacio cerrado, como una bolsa, funda o caja.

Una vez liberadas, las moléculas VCI migran en el aire en forma de vapor hasta alcanzar las superficies metálicas presentes en el embalaje. Allí se adsorben – es decir, se fijan de forma temporal – sobre el metal, formando una capa molecular e invisible que actúa como barrera protectora frente a los agentes que provocan corrosión.

Esta capa inhibidora tiene varias funciones complementarias:

como funciona el embalaje vci anticorrosión

Este proceso es reversible y no invasivo. Cuando se abre el embalaje, las moléculas VCI se dispersan progresivamente sin dejar residuos ni alterar las propiedades de la pieza protegida. Esto permite que el componente pueda ser manipulado, montado o procesado directamente sin necesidad de limpieza previa, a diferencia de otros métodos como aceites o recubrimientos sólidos.

La eficacia del sistema depende de varios factores, como:

En un entorno sellado y adecuadamente dimensionado, los VCI pueden mantener una atmósfera protectora estable durante varios meses e incluso superar el año de protección, lo que los convierte en una solución eficaz para almacenamiento prolongado, exportación marítima o aplicaciones en climas agresivos.

Esta tecnología, desarrollada inicialmente para aplicaciones militares y aeroespaciales, se ha consolidado como una solución de referencia en sectores como automoción, siderurgia, mecanizado, aeronáutica o componentes electrónicos, donde la fiabilidad del embalaje anticorrosión es un factor crítico.

Ventajas del VCI frente a métodos tradicionales

El uso de inhibidores volátiles de corrosión (VCI) en embalaje industrial ofrece ventajas significativas frente a los métodos tradicionales basados en aceites, grasas o recubrimientos sólidos.

A continuación, detallamos sus principales beneficios:

Tipos de materiales de embalaje anticorrosivo

Los materiales de embalaje VCI se adaptan a distintas formas, pesos y exigencias logísticas gracias a su versatilidad de formatos y soportes. En función del tipo de pieza, duración del almacenamiento, condiciones ambientales y requerimientos de manipulación, se pueden seleccionar soluciones específicas que optimicen tanto la protección anticorrosiva como la eficiencia operativa.

En este apartado revisamos los principales materiales de embalaje industrial anticorrosivo disponibles en el mercado industrial: papel VCI, plástico VCI, film estirable, rafia con VCI y otros complementos como desecantes o film burbuja. Todos ellos incorporan inhibidores volátiles de corrosión que se activan al contacto con el aire en un espacio cerrado, protegiendo metales ferrosos y no ferrosos sin necesidad de aceites o recubrimientos adicionales.

Papel VCI

El papel VCI es uno de los materiales más utilizados en el embalaje anticorrosivo industrial gracias a su versatilidad, facilidad de uso y buena relación coste-beneficio. Fabricado con papel kraft impregnado con inhibidores volátiles de corrosión (VCI), libera moléculas que se depositan sobre las piezas metálicas creando una capa protectora invisible que previene la oxidación sin necesidad de grasas ni aceites.

Su manipulación es similar a la de cualquier papel de embalaje tradicional, pero con protección activa integrada. Se adapta tanto a procesos manuales como semiautomatizados y es especialmente recomendable para proteger componentes pequeños o medianos durante el transporte o almacenamiento.

papel vci
Papel anticorrosivo VCI
papel vci anticorrosivo en tubo
Papel VCI en tubo
A1 04 papel vci rizado
Papel rizado con tratamiento VCI

Principales tipos de papel VCI disponibles:

Estas soluciones de embalaje anticorrosivo en papel permiten una adaptación flexible según el proceso logístico, el tipo de pieza y las condiciones.

Plástico VCI: bolsas, láminas y tubos

El plástico VCI es una solución altamente eficaz para la protección anticorrosiva de piezas metálicas durante su almacenamiento o transporte. Fabricado en polietileno con inhibidores volátiles de corrosión incorporados durante el proceso de extrusión, este material libera de forma controlada moléculas activas que forman una capa protectora sobre el metal, incluso en zonas difíciles de alcanzar como cavidades internas o piezas de geometría compleja.

Además de actuar como barrera química, el plástico VCI protege físicamente las piezas contra el polvo y la humedad externa. Su transparencia permite una inspección visual rápida, su flexibilidad lo hace adaptable a múltiples formas, y al eliminar la necesidad de aceites o grasas, mejora la eficiencia logística y reduce costes de limpieza.

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Bolsas de plástico VCI
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Láminas de plástico VCI
plastico vci en rollo inviker
Plástico VCI en rollo

Principales formatos de plástico VCI disponibles:

Todos los formatos que suministra Inviker son 100% reciclables y pueden personalizarse en medidas, grosores y colores según los requisitos técnicos del cliente.

En nuestra entrada sobre formatos de plástico VCI analizamos en detalle las características de cada opción, sus aplicaciones recomendadas y cómo elegir el formato más adecuado según el tipo de pieza y el entorno logístico.

Film estirable con VCI

El film estirable con inhibidores de corrosión (VCI) es una solución de embalaje técnico que combina dos funciones esenciales para el sector industrial: la protección anticorrosiva y la sujeción segura de cargas. Este material, fabricado en film plástico tratado con agentes VCI, permite envolver piezas metálicas mientras libera una atmósfera protectora que inhibe la oxidación.

Fabricado generalmente en polietileno (PE), este film se aplica igual que un film estirable convencional directamente sobre piezas individuales, conjuntos metálicos o cargas paletizadas, integrándose fácilmente en procesos logísticos existentes como el enfardado automático o manual. Envuelve la carga, adhiriéndose sobre sí mismo gracias a su elasticidad. Esto lo convierte en una alternativa eficiente frente a métodos tradicionales como papeles aceitados, recubrimientos con aceites u otros sistemas anticorrosión más complejos, reduciendo tiempos y materiales.

Durante el enfardado, el film libera moléculas VCI que se depositan sobre la superficie metálica, creando una capa protectora invisible y seca. El resultado es un embalaje limpio, compacto y altamente funcional.

Por ejemplo, un fabricante de componentes de acero puede apilar las piezas sobre un pallet, envolverlo con film estirable VCI y obtener una solución integral que garantiza la protección contra la corrosión durante el transporte, sin añadir más materiales ni pasos al proceso de embalaje. Esta versatilidad y rapidez hacen que el film estirable con VCI sea especialmente valorado en entornos industriales con altos volúmenes de producción y envíos frecuentes.

Beneficios del film estirable con VCI

Desde el punto de vista operativo y logístico, el film estirable con VCI aporta beneficios concretos que interesan tanto a los responsables de producción como a los departamentos de compras:

Estas características convierten al film estirable con VCI en una herramienta clave para optimizar procesos, reducir costes y elevar el estándar de protección en los entornos industriales.

Aplicaciones industriales

El film estirable con VCI se utiliza ampliamente en sectores donde las piezas metálicas deben mantenerse libres de corrosión durante el transporte o el almacenamiento temporal. Sus aplicaciones más comunes incluyen:

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Film estirable VCI
A2 04 film estirable vci con malla
Film estirable VCI mallado

Tipologías de film estirable VCI disponibles en Inviker

En Inviker ofrecemos varias opciones de film estirable con VCI adaptadas al tipo de maquinaria, las exigencias del transporte y las características del producto:

Rafia VCI

La rafia VCI es un material técnico que combina la resistencia mecánica de la rafia tejida con la protección química activa de los inhibidores volátiles de corrosión. Este tipo de embalaje ofrece una solución eficaz para piezas metálicas pesadas, voluminosas o de geometría compleja, especialmente en situaciones logísticas exigentes donde se requiere durabilidad, flexibilidad y resistencia.

Fabricada a partir de polipropileno (PP) o polietileno (PE) tejido, la rafia VCI se impregna con compuestos inhibidores durante su proceso de fabricación. Estas moléculas se liberan progresivamente una vez cerrado el embalaje, saturando el espacio interior con una atmósfera anticorrosiva que actúa sobre las superficies metálicas expuestas. Así, se evita la oxidación sin necesidad de aplicar aceites protectores ni realizar procesos de limpieza posterior.

Gracias a su estructura trenzada, la rafia anticorrosión ofrece una excelente resistencia al desgarro, la perforación y la abrasión, incluso bajo manipulación frecuente o transporte internacional. Además, su flexibilidad permite adaptarse al contorno de las piezas, y su ligereza contribuye a reducir el peso del embalaje sin comprometer su robustez.

rafia vci en rollos inviker
Rollos de rafia VCI paletizados
Sacos de Rafia
Sacos de rafia VCI
laminas de rafia vci inviker
Rafia VCI en láminas precortadas

Formatos disponibles y manipulación en Inviker

En Inviker suministramos rafia VCI en distintos formatos para facilitar su integración en entornos industriales:

La rafia puede cerrarse mediante costura, termosellado, cinta adhesiva o grapas, en función del tipo de carga y el tiempo de exposición previsto. Su manipulación es sencilla y compatible con procesos de embalaje en planta o para exportación.

Aplicaciones industriales y sectores recomendados

La rafia con VCI es especialmente adecuada para la protección de componentes metálicos en sectores industriales con altos requisitos de resistencia y durabilidad:

Protección y beneficios añadidos

La protección anticorrosiva que brinda la rafia VCI es tan efectiva como en otros formatos tratados con inhibidores volátiles de corrosión. Las moléculas activas se difunden desde el tejido hacia el espacio interior cerrado, cubriendo las superficies metálicas de forma homogénea.

Dado el mayor volumen que suele implicar el uso de rafia, es habitual complementar el embalaje con emisores VCI o desecantes antihumedad para asegurar una saturación eficaz del entorno.

Ventajas clave del uso de rafia VCI en embalaje industrial:

Por su equilibrio entre robustez, eficacia anticorrosiva y sostenibilidad, la rafia VCI es una solución muy valorada en operaciones logísticas que requieren máxima protección con eficiencia de costes y reducción de residuos.

Plástico burbuja VCI

El plástico burbuja con tratamiento VCI es un material técnico que combina protección anticorrosiva activa y acolchado físico en un solo producto. Gracias a la incorporación de inhibidores volátiles de corrosión (VCI) en su estructura, este film alveolar protege los metales frente a la oxidación y los impactos, optimizando tiempos, costes y eficiencia logística.

Está compuesto por una estructura de pequeñas burbujas de aire encapsuladas entre dos láminas de plástico que proporcionan amortiguación, a la que se añade una lámina adicional de polietileno (PE) con tratamiento VCI. Esta combinación permite que, al cerrarse el embalaje, se liberen moléculas inhibidoras de corrosión que crean una capa protectora invisible sobre las superficies metálicas, mientras que las burbujas de aire actúan como colchón frente a impactos, rozaduras y vibraciones durante el transporte o el almacenamiento.

Además de protección física y química, este film ofrece ligero aislamiento térmico: su estructura acolchada con aire reduce los efectos de los cambios bruscos de temperatura, minimizando el riesgo de condensación sobre las piezas metálicas. El film de burbuja VCI mantiene cierta transparencia que permite la inspección visual sin necesidad de abrir el paquete.

Desde el punto de vista operativo, el plástico burbuja VCI permite reducir el tiempo de embalaje al unir en un solo producto las funciones de envoltorio protector y tratamiento anticorrosivo. Esto también evita el uso de múltiples materiales superpuestos, lo que contribuye a una logística más sostenible al disminuir el volumen de residuos. Todo el material es reciclable al final de su vida útil.

Plástico de burbuja VCI con impresión Inviker
Plástico burbuja VCI
Plástico de burbuja VCI Inviker

Formatos disponibles

En Inviker, suministramos plástico burbuja VCI en rollos estándar, fácilmente adaptable a diferentes necesidades. El material se puede cortar a medida de las piezas en el puesto de embalaje y utilizar como envoltorio, separador o acolchado.

Este material es fácil de manipular y se puede combinar con otros elementos de embalaje, como cajas o contenedores, para una protección adicional.

Aplicaciones industriales y sectores recomendados

El plástico burbuja VCI está especialmente indicado en sectores industriales que requieren tanto amortiguación como protección contra la oxidación.

Además, una aplicación habitual es el forrado interior de cajas: las láminas de burbuja VCI se recortan y se colocan como base o envoltorio dentro de cajas de cartón o madera, creando un ambiente protector y acolchado al mismo tiempo.

Sacos deshidratantes con VCI

Los sacos deshidratantes con VCI combinan dos tecnologías clave para la protección de metales: la absorción de humedad y la inhibición activa de la corrosión. Están diseñados para proteger piezas metálicas almacenadas o transportadas en condiciones climáticas adversas, especialmente cuando la humedad es un factor de riesgo elevado.

Estos sacos contienen materiales desecantes capaces de absorber y retener el exceso de humedad en espacios cerrados. Al mismo tiempo, contienen compuestos VCI que liberan moléculas protectoras capaces de formar una capa invisible sobre la superficie de los metales, bloqueando los procesos de oxidación.

La acción combinada garantiza una atmósfera seca e inhibidora dentro del embalaje, prolongando la vida útil de los productos metálicos sin necesidad de aceites protectores ni tratamientos adicionales. Su uso es sencillo, no requiere mantenimiento y se adapta a múltiples formatos logísticos.

En Inviker, ofrecemos sacos deshidratantes con VCI en bolsas individuales, listos para colocar en embalajes cerrados, cajas, contenedores marítimos o fundas de aluminio. Son compatibles con cualquier tipo de embalaje que ofrezca estanqueidad.

sacos deshidratantes con vci inviker
Sacos deshidratantes doble acción con VCI

Aplicaciones industriales y sectores recomendados

En la industria, los sacos deshidratantes con VCI son especialmente eficaces en contextos donde la humedad y la exposición prolongada representan un riesgo significativo:

Buenas prácticas de uso

Para maximizar resultados y garantizar una protección eficaz, se recomienda:

Este tipo de solución combinada representa una innovación práctica para entornos industriales que buscan reducir riesgos y evitar el deterioro de piezas críticas durante transporte y almacenaje.

Material VCIFormatos disponiblesAplicaciones recomendadasVentajas destacadas
Papel VCIRollo, láminas, tubo, rizado, plastificadoPiezas pequeñas o medianas, separación entre capas, envoltura manualEconómico, fácil de usar, reciclable, versátil
Plástico VCIBolsas, láminas, tubo, rolloPiezas individuales, procesos automatizados, exportación, almacenajes largosProtección de barrera, transparencia, sellado, versátil, reciclable
Film estirable VCIManual, automático, con malla o rafiaPalets, piezas grandes o irregulares, entornos logísticos exigentesEstabilidad de la carga + protección anticorrsosiva en el mismo producto
Rafia VCIRollo, sacos, formatos a medidaPiezas pesadas o con aristas, automoción, siderurgia, maquinariaAlta resistencia, fácil manipulación, protección de barrera
Burbuja VCIRollo, bolsasElectrónica, ferretería, componentes delicados, tapizado de cajasProtección mecánica + anticorrosiva en un solo material
Sacos deshidratantes con VCIBolsas individuales para embalajes cerradosTransporte marítimo o aéreo, almacenajes largos, embalajes con aluminio o barreraControl de humedad + protección VCI combinada en un solo producto
Comparativa de materiales de embalaje VCI de Inviker

Aplicaciones industriales del embalaje anticorrosivo

El embalaje anticorrosivo desempeña un papel fundamental en sectores industriales que requieren proteger piezas metálicas de alto valor frente a condiciones ambientales agresivas, manipulaciones repetidas o almacenamientos prolongados. La correcta aplicación de materiales VCI (inhibidor volátil de corrosión), junto con prácticas logísticas adecuadas, permite evitar fallos prematuros, retrasos y reclamaciones comerciales, mejorando la rentabilidad global de la cadena de suministro.

sectores

Sectores industriales que requieren protección anticorrosiva avanzada

El uso de materiales VCI está especialmente extendido en sectores donde los componentes metálicos son críticos para el funcionamiento de productos complejos o donde los entornos logísticos y ambientales exigen una protección de alto nivel.

En todos estos sectores, el embalaje con VCI no solo evita daños por corrosión, sino que también mejora la eficiencia operativa y el cumplimiento normativo, facilitando procesos posteriores como montaje, inspección o entrega al cliente.

sector naval

Casos de uso: transporte marítimo y almacenaje prolongado

Dos de los entornos más críticos para la protección de metales son los envíos internacionales por vía marítima y el almacenaje prolongado sin climatización.

Ambos casos exigen no solo el uso del material adecuado, sino una planificación previa que considere el tipo de metal, la duración de la exposición y el destino final del producto.

Buenas prácticas para aplicar correctamente los materiales VCI

Para que los materiales anticorrosivos con tecnología VCI funcionen de forma eficaz, es imprescindible aplicarlos siguiendo ciertas buenas prácticas. Fallos en protección anticorrosiva a menudo se deben a errores en su uso y no al propio material.

Estos son los principios clave a tener en cuenta en entornos industriales:

En nuestra guía práctica para aplicar correctamente los materiales VCI desarrollamos cada uno de estos puntos con consejos útiles y recomendaciones para operarios y responsables de logística.

Cómo elegir el material anticorrosivo adecuado

Seleccionar el embalaje anticorrosivo adecuado es una decisión técnica que debe considerar tanto las características del producto y materiales adicionales de embalaje como el contexto logístico y ambiental en el que va a operar. La elección correcta protege las piezas, mejora la eficiencia operativa, evita costes ocultos y refuerza la fiabilidad de las entregas industriales.

Evaluar condiciones ambientales y duración de exposición

El primer paso es analizar el entorno al que estarán expuestas las piezas metálicas:

Cuanto más exigentes sean las condiciones, mayor nivel de protección deberá proporcionar el material seleccionado, combinando si es necesario el embalaje VCI anticorrosivo con desecantes o barreras físicas.

Considerar el tipo de metal a proteger

No todos los metales presentan la misma susceptibilidad a la corrosión. Por eso es importante conocer la composición de las piezas:

En este sentido, los productos VCI de Inviker están formulados para ofrecer protección multimetal, garantizando una cobertura eficaz para diferentes tipos de componentes en un mismo embalaje.

Compatibilidad con otros sistemas de embalaje

El embalaje anticorrosivo debe integrarse fácilmente en el sistema logístico existente:

En muchos casos, la solución más eficaz será un sistema multicapa diseñado para cubrir varios riesgos a la vez, como golpes, humedad, vibraciones y oxidación.

Asesoramiento técnico especializado

Cada proyecto industrial presenta sus propias particularidades. Por eso, en Inviker ofrecemos asesoramiento técnico personalizado para ayudarte a elegir la mejor solución en función de tus piezas, procesos logísticos y requisitos de protección.

Nuestra experiencia en sectores como la automoción, siderurgia, energía o aeronáutica nos permite identificar riesgos potenciales y diseñar soluciones de embalaje industrial anticorrosivo a medida, con garantías de rendimiento, cumplimiento normativo y sostenibilidad.

Innovación y sostenibilidad en embalaje anticorrosivo

La innovación en embalaje industrial anticorrosivo ya no se centra únicamente en mejorar la eficacia de protección, sino también en cumplir con los compromisos de sostenibilidad, seguridad para el operario y conformidad normativa. En un contexto de transformación industrial global, las empresas exigen materiales que funcionen a la vez que reduzcan su huella ambiental y se integren en procesos logísticos responsables.

Nuevos desarrollos en materiales reciclables y monomateriales

Uno de los principales avances en los últimos años ha sido el desarrollo de materiales VCI reciclables y monomateriales, que facilitan la gestión de residuos y la economía circular. Mientras que en el pasado los embalajes multicapa dificultaban su tratamiento al final de la vida útil, hoy en día es posible utilizar soluciones VCI elaboradas a partir de:

En el caso de Inviker, muchos productos han sido optimizados para cumplir con los criterios de sostenibilidad sin comprometer el rendimiento técnico. Este tipo de innovación es especialmente valorada en sectores que priorizan la trazabilidad ambiental o deben cumplir con estándares de sostenibilidad en sus cadenas de suministro por política interna o exigencia del cliente final.

Productos VCI sin nitritos y conformes a normativas europeas

La transición hacia productos VCI libres de nitritos es otro de los pilares de la innovación en este campo. Si bien en el pasado era habitual el uso de compuestos como los nitritos y aminas por su eficacia, se ha demostrado que presentan riesgos para la salud de los operarios y para el medio ambiente.

Por eso, en Inviker apostamos por fórmulas libres de sustancias peligrosas y conforme a normativas europeas reconocidas, tales como:

Esta nueva generación de VCI garantiza una protección anticorrosiva eficaz y segura, compatible con los estándares de calidad más exigentes y con una visión responsable del ciclo de vida del embalaje.

Conclusión: claves para una estrategia eficaz de protección contra la corrosión

La corrosión sigue siendo una de las principales causas de deterioro, pérdidas económicas y reclamaciones logísticas en sectores industriales que trabajan con piezas metálicas. En este contexto, disponer de una estrategia de protección anticorrosiva bien planificada es esencial para garantizar la calidad del producto, optimizar recursos y mantener la competitividad y la rentabilidad de los procesos industriales.

Las soluciones de embalaje anticorrosivo con VCI, cuando se aplican correctamente, permiten prevenir daños antes de que ocurran, asegurando que las piezas lleguen en condiciones óptimas a su destino y evitando costes ocultos como reprocesados, retrasos o devoluciones.

A lo largo de esta guía hemos visto que elegir el material adecuado implica valorar múltiples factores: tipo de metal, condiciones ambientales, duración del transporte o almacenamiento, compatibilidad con otros materiales, facilidad de aplicación y normativa aplicable. El embalaje anticorrosivo VCI en sí no garantiza el éxito. Es imprescindible aplicarlo correctamente, almacenarlo en condiciones adecuadas y formar a los equipos para maximizar su eficacia.

El embalaje anticorrosivo debe entenderse como una inversión con retorno. Por un coste relativamente bajo, permite proteger piezas de alto valor, asegurar entregas sin incidencias y mantener la reputación de calidad de la empresa. Además, la evolución de los materiales – más sostenibles, más seguros y más adaptados a los procesos logísticos actuales – demuestra que es posible mejorar la protección sin renunciar al respeto medioambiental ni a la eficiencia.

En este camino, contar con el asesoramiento de un especialista marca la diferencia. En Inviker llevamos más de seis décadas acompañando a empresas industriales con soluciones de embalaje anticorrosivo a medida. Nuestro enfoque no es solo vender materiales, sino diseñar estrategias completas de protección que respondan a los retos reales de cada cliente, desde el diseño del embalaje hasta el seguimiento postventa.

Invertir en un buen embalaje anticorrosivo es proteger toda la cadena de valor.

¿Necesitas asesoramiento para definir el embalaje anticorrosivo más adecuado?

En Inviker te ayudamos a elegir los materiales más eficaces según el tipo de metal, las condiciones de transporte y los requerimientos de tu sector. Ofrecemos soluciones VCI a medida, soporte técnico y formatos personalizados para que tu protección sea siempre eficiente y rentable.

Contacta con nuestro equipo técnico y cuéntanos tu caso. Estaremos encantados de ayudarte.