La gran diversidad de embalajes disponibles en el mercado permiten a las empresas enviar y almacenar productos de manera segura. Sin embargo, este proceso conlleva la generación de un considerable volumen de residuos, planteando desafíos tanto para las compañías como para los consumidores. En un entorno donde la optimización es clave, surge la necesidad constante de buscar alternativas.
Esta búsqueda se impulsa por diversos factores, que van desde consideraciones medioambientales hasta el impulso por la superación, la investigación y la innovación, principios que guían a empresas como Inviker en la provisión de soluciones para asegurar la integridad de los productos de nuestros clientes durante almacenamiento y transporte.
En medio de la abrumadora cantidad de información, las nuevas regulaciones y las demandas de empresas y consumidores, hemos identificado puntos clave que creemos marcarán la pauta en el sector del packaging este año.
La actualidad en el embalaje industrial
En la actualidad, materiales como el papel kraft y el cartón se posicionan como opciones líderes, presentadas como alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Sin embargo, es esencial cuestionarnos si esta percepción se sostiene a largo plazo y cuál es el impacto real de estas elecciones.
Por otro lado, el plástico, en sus diversas formas, sigue siendo un protagonista en el embalaje industrial, ya que los requisitos de protección de mercancías a menudo superan lo que el papel puede ofrecer. Aunque el plástico ha sido objeto de críticas en años recientes, numerosos estudios y expertos destacan su potencial como material reutilizable y sostenible, siempre que sea gestionado de manera adecuada.
En este contexto, la reciclabilidad de los materiales y, aún más importante, su capacidad para ser reutilizados, son aspectos cruciales. El concepto de las 3R – reducir, reutilizar y reciclar – está cobrando cada vez más fuerza, planteando la necesidad de repensar nuestras elecciones de embalaje en función de su ciclo de vida y su impacto a largo plazo.
Nuevos materiales
Muchas compañías y startups están enfocando sus esfuerzos en la búsqueda de materiales que minimicen su impacto ambiental, apostando por el ecodiseño para la creación de materiales de embalaje ecológicos.
Algas
Empresas como Futuralga, están llevando a cabo investigaciones sobre el uso de algas marinas. Aunque actualmente estas soluciones están más orientadas al sector alimentario, con el tiempo e investigación podrían extenderse al ámbito industrial.
Sin embargo, para su aplicabilidad en el sector de embalaje industrial, se debe mejorar su rentabilidad, ya que la competencia en costos es crucial en este sector.
Hongos
El embalaje a base de hongos, desarrollado por Ecovative en 2010 mediante la tecnología del micelio, destaca como un material vegetal con un potencial excepcional. Completamente natural y compostable, su cultivo en entornos controlados puede reducirse a tan solo una semana.
Su característica más distintiva es la rapidez de su descomposición, que requiere solo 30 días. Además, se destaca como un material reutilizable cuando se mantiene seco, ofreciendo una ventaja adicional para la gestión sostenible de los embalajes.
Este innovador material también aporta notables beneficios ambientales, incluyendo la reducción de residuos marinos y las emisiones de carbono, estimadas en un impresionante 90% menos. Asimismo, el proceso de producción consume menos energía.
En 2019, IKEA introdujo este material de hongos como parte de su iniciativa para reducir el uso de embalajes de poliestireno expandido (EPS). Este enfoque no solo contribuye a eliminar el plástico, especialmente en productos más pequeños, sino que también representa un paso significativo hacia prácticas más sostenibles en la industria del embalaje.
Agave
El proceso de producción de papel a partir de las fibras de agave, una planta nativa de México, es una técnica ancestral que ha sido utilizada durante siglos. Actualmente, mediante un proceso innovador, se obtiene un papel resistente y versátil.
Considerado un material ecológico y sostenible, el agave requiere menos agua y pesticidas en su cultivo en comparación con otras plantas usadas en la industria papelera. Aunque se debe tener en cuenta la realidad en lugares como Madagascar, donde se destruyen bosques para liberar campos de cultivo de esta materia prima para cubrir la demanda en los países occidentales.
A pesar de ello, el papel de agave se está convirtiendo en una tendencia cada vez más popular en la industria de la impresión y el embalaje.
Materiales solubles al agua
A menudo los productos necesitan un relleno protector en sus embalajes. Es aquí donde entran en juego las virutas o cacahuetes de relleno fabricados con materiales solubles al agua.
Estos embalajes, hechos de alcohol polivinílico, una sustancia no tóxica e inodora, adquieren una consistencia de gelatina al entrar en contacto con el agua. En cuestión de horas, los enlaces de las moléculas se rompen, permitiendo su completa disolución en el agua del alcantarillado. Su carácter biodegradable facilita su procesamiento en estaciones de tratamiento de aguas.
Ya se utilizan sacos solubles al agua para almacenar y transportar materiales de construcción secos, como cemento. Diseñados para disolverse durante el proceso de mezcla, la fibra del embalaje se integra simplemente en el producto.
Monoproductos y monomateriales
En la constante evolución del sector del embalaje, una tendencia en auge es la adopción de embalajes monoproductos y monomateriales, marcando un cambio hacia la optimización y la sostenibilidad.
El uso de monoproductos busca la unificación del embalaje para optimizar tanto la adquisición como el almacenamiento en las empresas. En el ámbito del embalaje industrial, esta tendencia se traduce en la preferencia por un único proveedor capaz de garantizar y suministrar diversas opciones de embalaje, contribuyendo a una gestión más eficiente y simplificada.
Por otro lado, los monomateriales se asocian directamente a la sostenibilidad, desempeñando un papel crucial en la reducción de residuos industriales. La utilización de estos embalajes busca facilitar la reciclabilidad, cumpliendo con las crecientes demandas ambientales.
En este mismo contexto, surge la importancia del embalaje a medida, que se convierte en un aliado estratégico para reducir costos y minimizar el impacto medioambiental.
Un estudio de DS Smith aborda la «economía del espacio vacío», destacando que el 24% de los contenedores de transporte se encuentran vacíos, generando un impacto financiero considerable. La solución a este problema empieza por la implementación de embalajes a medida, que requieren un diseño eficaz de los envases primarios, secundarios y terciarios desde la planificación hasta su aplicación.
La personalización de los embalajes no solo responde a las necesidades específicas de los productos, sino que también contribuye a maximizar el espacio y minimizar el desperdicio, abordando preocupaciones tanto económicas como ambientales.
Avances tecnológicos
En cuanto a la tecnología, emerge como un impulsor clave de innovación, transformando la forma en que concebimos y aplicamos soluciones de embalaje, marcando el camino hacia la automatización y la aplicación de la inteligencia artificial (IA) para mejorar la eficiencia y reducir los errores humanos.
Automatización y la IA
La automatización ha llegado al sector de embalaje con fuerza. La tendencia se inclina hacia sistemas inteligentes capaces de identificar automáticamente el tamaño y la forma de los productos. Este enfoque no solo ahorra tiempo, sino que también contribuye a la reducción de residuos, optimizando el proceso de embalaje.
La implementación de software de IA en estos procesos reduce costos y mejora la productividad al automatizar tareas repetitivas y optimizar la eficiencia en toda la cadena de suministro.
La adaptación de los productos de embalaje industrial a las nuevas demandas también es una constante. Por ejemplo, en el ámbito del enfardado de palets, se observa una transición del film manual al film automático, buscando mejorar la eficiencia en el proceso.
Trazabilidad y seguridad
La trazabilidad se ha convertido en un elemento fundamental. La capacidad de monitorear el recorrido de los productos a lo largo de toda la cadena de suministro es esencial para garantizar la calidad y seguridad de los productos, especialmente en sectores como la alimentación. La tecnología proporciona una visibilidad completa, permitiendo a las empresas responder rápida y eficazmente a cualquier incidencia.
La integración de tecnologías avanzadas, como sensores y códigos QR, está transformando los procesos logísticos. La tendencia hacia el desarrollo de embalajes inteligentes tiene como objetivo proporcionar información en tiempo real sobre el estado del producto.
Esto no solo mejora la trazabilidad, sino que también enriquece la experiencia del usuario al proporcionar datos relevantes y actualizados sobre los productos y su recorrido.
Hiperpersonalización y desafíos futuros
Con la creciente integración de la IA en nuestros entornos y nuevas formas de comunicación, la hiperpersonalización se presenta como una necesidad. Aunque su aplicación práctica en el sector del embalaje aún está por determinarse, ya se observa una adaptación en la automatización de almacenes, que podría requerir reestructuraciones y estandarizaciones en diversos aspectos.
Estos avances tecnológicos no solo optimizan los procesos existentes sino que también abren nuevas posibilidades para la innovación en el sector del embalaje.
Desde Inviker, identificamos y destacamos las principales tendencias que configuran el futuro del embalaje en el 2024:
Sostenibilidad
La búsqueda constante, la innovación y el desarrollo de nuevos materiales con un menor impacto ambiental son fundamentales en la evolución del embalaje. La exploración de opciones como embalajes a base de hongos, algas y materiales solubles al agua refleja el compromiso general con prácticas más sostenibles.
Optimización
La tendencia hacia monoproductos y monomateriales, así como la unificación de proveedores, resalta la importancia de optimizar tanto la adquisición como el almacenamiento del embalaje. En el ámbito del embalaje industrial, estas prácticas contribuyen a una gestión más eficiente y simplificada, alineándose con los objetivos de mejora continua.
Automatización
La estandarización y la adopción de materiales diseñados para embalajes automatizados son cruciales en un mundo donde la eficiencia operativa es clave.
Personalización
La creciente importancia de la personalización en los embalajes se manifiesta a través de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial (IA). Estas tecnologías permiten soluciones más adaptadas a las necesidades específicas de los productos y clientes.
La constante evolución de estas tendencias en el embalaje y la logística exige una adaptación continua por parte de las empresas. Aquellas que invierten en embalajes innovadores, adoptan prácticas de optimización y aplican estrategias de ahorro no solo mejoran su eficiencia operativa, sino que también construyen bases sólidas para el crecimiento a largo plazo.
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